CAPÍTULO 3 (1/1)
Era una noche lluviosa en el pequeño pueblo un joven alto de cuerpo grande, cabello negro y un poco de barba se prepara un delicioso ramen instantáneo en una de las muchas tiendas de convencía de la pequeña ciudad
—mm delicioso hay que dejarlo lo suficientemente caliente para cuando llegue a casa— dijo el joven mientras guarda su sagrado ramen en mochila disponiéndose a ir a casa pero se detuvo al ver la intensa lluvia
— mm aún sigue lloviendo creo que tendré que esperar un poco más— el joven pronuncia mientras mira por la gran ventana de la tienda pero en ese instante algo llamo su atención…*en la central de autobuses* Un vez que ella bajo del autobús miles de preguntas surgieron en su cabeza, pero una retumbaba aún más — ¿en dónde se supone que voy a vivir?— dijo en un susurro mientras caminaba desorientada en la central de esta nuevo pueblo a la que fue enviada, una vez que se asomó afuera se dio cuenta de la intensa lluvia
—lo único que faltaba a este horrendo día, lluvia, mmm no me quedara de otra más que caminar y encontrar donde quedarme— se respondió a sí misma la chica se dispuso a caminar debajo de la intensa lluvia, entre más caminaba más se alejaba de una zona segura
hasta que… *sonido de golpe* —mm lo..sien..to mucho— pronuncio krystal con su tartamudeo, al levantar la vista, vio a un hombre muy sonriente
—no hay cuidado ¿que hace una linda chica a estas hora de la noche?—pronuncio el hombre mientras tomaba a krystal de las muñecas y pasaba su otra manos por su cintura, en ese mismo instante los recuerdos de los que el joven park había hecho a ella regresaron a su mente haciendo que krystal gritara desesperada
— ¡¡ayudaaa por favor suélteme no me haga daño!!— ella forcejea con lágrimas en los ojos contra el hombre tratando de liberarse desesperadamente… pero en ese mismo instante krystal sintió que fue liberada
—¡¡maldito que no oíste que la soltaras!!— un joven empuja un par de veces al hombre hasta que este sale huyendo despavorido al ver al enorme chico que lo empujaba, mientras que el joven una vez que ves que vio que había logrado ahuyentarlo este empezó a recoger las cosas de la chica esparcidas por el suelo
— maldito hijo de perra, uno es macho hasta que llego uno de tu tamaño— pronuncio el joven
—señorita ¿está usted bien?—dijo el joven al levantar el rostro para hacerle frente a la chica y a cercioraste de que ella estuviera bien.
—si estoy bastante bien, muchas gracias… ¿cuál es el hombre de mi salvador?— responde la chica con su ya conocido tartamudeo
el joven escucha atentamente cada palabra sonriendo a la chica —el nombre de tu gran héroe es amber ¿un gusto?— responde amber mientras hace fuerza con sus brazos así como lo haría superman
—krystal es mi nombre— responde ella con una sonrisa sincera y agradecida con el chico
—bueno krystal, creo que nos estamos mojando demasiado y deje mi mochila en aquella tienda así que es mejor que vayamos para aquel sitio— dijo amber mientras p